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Gorgona: el retorno de la naturaleza, rompiendo cadenas

por John Freddy Rodríguez Rodríguez y Catalina Riveros

El Parque Nacional Natural Gorgona está compuesto por dos islas: Gorgona y Gorgonilla cuyas siluetas se asemejan a la de una Yubarta y su ballenato, lo que no deja de ser curioso si se tiene en cuenta que esta especie aprovecha la calidez de las aguas que rodean las islas, para aparearse y dar a luz a sus crías durante el periodo de junio a noviembre de cada año.

Sus 61.687,5 hectáreas buscan conservar los ecosistemas marinos y proteger lo que existe en tierra firme: el bosque tropical, quebradas de agua dulce, una serie de especies (entre ellas varias endémicas y amenazadas) así como los vestigios de la cultura prehispánica Tumaco-La Tolita y las ruinas del penal que funcionó allí entre los años 1960 y 1985. 

Aunque Gorgona se ha venido posicionando cada vez más como una “isla ciencia”  y un destino turístico privilegiado, con importantes espacios para la investigación, la educación, la recreación y el esparcimiento, ello no siempre fue así. Cuando sirvió como prisión de alta seguridad estuvo cerrada al público, en su interior se cometieron múltiples violaciones a los derechos humanos, y quedó casi que completamente deforestada.  

A pesar de que logró romper sus cadenas, hoy nuevamente sus ecosistemas se ven amenazados por la inminente construcción de una subestación naval de la Armada Nacional, que contempla un muelle de 163 metros, infraestructura para albergar 28 personas y una antena-radar de alta potencia. 

Aunque la base fue viabilizada por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (en un tiempo récord de tan solo 29 días) grupos ambientalistas y organismos de control han objetado la militarización de la isla, por las afectaciones ambientales que esta puede generar. 

Por el momento subsiste el interrogante: ¿pasará Gorgona de ser “isla ciencia” a “isla naval”?

[1] De estos: 333,29 Ha corresponden a la isla Gorgona, 48,99 Ha al isolote de Gorgonilla y 60305,22 ha a área marina.

[2] En su interior se han podido identificar especies endémicas como: anolis gorgonae (lagarto azul), nhotria gorgonensis (gusano marino), hypobolosera gorgonensis (cangrejo pulmonado), dyrmaeus gorgoniensis (caracol terrestre), parides gorgoniensis (mariposa) y más de 17 especies vegetales.

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