La joya aislada
por Laura Victoria Alzate Rodriguez
La reserva forestal protectora de los ríos Escalerete y San Cipriano, coloquialmente llamada reserva natural San Cipriano, fue declarada así en 1979 y está ubicada en el suroccidente del departamento de Valle del Cauca con acceso desde los corregimientos de Zaragoza y Córdoba por medio de las llamadas “brujitas”. Bancas ubicadas sobre una plataforma de madera hacen un recorrido a través de la selva, impulsadas por una motocicleta sobre rieles de tren, para llegar a San Cipriano.
La reserva presenta un ecosistema de selva húmeda tropical caracterizado por temperaturas que rondan los 29°C, una alta pluviosidad y con precipitaciones de alrededor de 5000 mm al año, implicando condiciones ambientales propicias para gran cantidad de plantas y animales. Frente a la vegetación, que es abundante y frondosa, se encuentra por un lado el dosel; vegetación de gran altura que aparte de servir de hogar para variedad de especies impide el paso de la luz solar, mientras que en el sotobosque diferentes especies de vegetación compiten por la luz solar que logra atravesar el dosel.
Ahora bien, en la reserva forestal se conjugan diversos elementos. No hay que olvidar que en la reserva se encuentran los ríos Escalerete y San Cipriano que cuentan con aguas muy cristalinas y que prestan diversas funciones y servicios ecosistémicos. Por ejemplo, prestando un servicio ecosistémico de provisión, se presenta el aprovisionamiento de agua para el distrito de Buenaventura.
En la reserva, entornos acuáticos y terrestres convergen y crean paisajes únicos de cascadas. Este espacio singular abarca grandes bondades: paisajes con cascadas de ensueño, fauna y vegetación frondosa, tal como podría esperarse de un ecosistema de selva húmeda tropical y que por sus condiciones de acceso realmente puede considerarse como una joya aislada.