Kumanday: un gigante contra el cambio climático
por Juan David Peralta Sánchez
El Parque Nacional Natural “Los Nevados” protege ecosistemas de alta montaña como glaciares y páramos. Kumanday es el nombre que los/as indígenas de la cultura Quimbaya le dieron a su montaña más alta (hoy denominada volcán nevado del Ruiz) que, con sus 5.330 metros sobre el nivel del mar, es una de las más elevadas del país.
Al ascender los 3,000 metros de altitud, se encuentra el subparamo. Al entrar, se evidencian las afectaciones antrópicas del cultivo de papa, así como la ganadería, los cuales se han convertido en el mayor enemigo de este ecosistema gigante. No obstante, cientos de frailejones (espeletia) continúan -como desde tiempos inmemoriales- realizando una defensa silenciosa por el agua, mientras que las hojas descompuestas que cuelgan en sus troncos, cuentan las historias de sus ancestros que también lucharon por la supervivencia en el territorio.
Al llegar a 4.000 msnm, es posible divisar un paisaje volcánico, lunar, místico, religioso. Se perciben allí, algunos de los daños causados por la actividad humana que se expresan, por ejemplo, en el fenómeno de la paramización, consecuencia de las alteraciones generadas por un sistema económico que beneficia a unos pocos y afecta a muchos, entre ellos al páramo, y al nevado-volcán.
Sin embargo, Kumanday es resiliente y poderoso; y con la ayuda de un ejército compuesto por frailejones, guardaparques, estudiantes, campesinos/as y otros aliados, encuentra la manera de hacer escuchar su voz.
A 4.500 msnm, es posible percibir la energía de la ceniza y de las rocas. El ascenso transforma a los marchantes en seres montanos, paramunos, a quienes Kumanday, solidario y ardiente, comienza a habitar en su interior. Por esta razón, a su regreso, están más dispuestos que nunca a defender las montañas, páramos y glaciares, y a hacer una activa resistencia contra el cambio climático.